Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu Palabra. Salmo 119:154
"Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y te exaltas como Soberano sobre todo”.
1 Crónicas 29:11.
La manera de acercarme a Dios
Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo hará reposar en su tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la familia de Jacob. Isaías 14:1.
Dios nos habla de Espíritu a espíritu; a través del Espíritu Santo, nos habla, nos redarguye, nos convence de pecado y conduce al pecador al arrepentimiento. Es el mayor asistente que tiene la iglesia de Jesucristo en su obra evangelizadora a toda criatura.
En el tiempo que Jesucristo habitó en la tierra, el Espíritu de Dios lo llenó de sus frutos, llevándolo a mantenerse en una vida de oración, de sometimiento, de rendición, en comunión con el Padre Celestial, y con ello la
manifestación de su poder en la realización de sanidades, liberaciones, restauraciones, conversiones... trayendo el Reino de Dios para salvación y vida eterna.
El Creador envío su palabra audible a la creación y la creación obedeció, como está escrito en el libro de Génesis en el principio, con la fundación del mundo. La creación fue hecha con entendimiento, son los
testimonios de Dios. Es la naturaleza de Dios, que lo que siembra cosecha, hizo los árboles que producieran fruto y esos frutos son los que se cosechan, y toda la creación así lo hace según su especie. Lo hizo con su Hijo Jesucristo, dice la escritura en 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
En su comunicación con el ser humano tiene un vínculo, una conexión, su palabra escrita en nuestros corazones; para no solo hablar con su voz audible, también a través de la lectura de la palabra de Dios, en medio de una conversación, con una prédica, o coloca en nuestra mente su palabra, nos habla en todo momento; Él nos hizo con espíritu, alma y cuerpo. A través de todo lo creado, nos habla; ésta comunión se establece porque nos dio la libertad, la opción de vivir en la bendición, si optamos reconocer a su Hijo Jesucristo o vivir en maldición sino lo aceptamos.
En realidad Dios quiere comunicarse con sus hijos, nos acepta como somos, ama al pecador, nuestra imperfección y debilidad, para Él glorificarse en nuestras vidas- pero aborrece el pecado. Lo que busca es transformarnos, que nuestro espíritu fluya a través de la oración, recibiendo a su Hijo como nuestro Señor y Salvador.
Esta comunicación o reconciliación se realizó en el momento que Jesucristo murió por nuestros pecados dejando en el madero todo lo que nos era contrario, el pecado, la maldición, la muerte; dice la escritura venciendo sobre ellos y triunfando en el madero, comprándonos a precio de su sangre, su sangre es preciosa, porque no tenía pecado; esto significa la salvación para el mundo. Nos dice en su palabra Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. observemos que dice que murió por todos los seres humanos, (el mundo) es gratis para quien lo recibe, a Cristo le costó la vida y la humanidad lo recibe por gracia, por fe. Al recibir a Cristo, a sí obtenemos la calidad de hijos y podemos acercarnos a ÉL ya siendo lavados y perdonados; dice su palabra que no se acuerda de nuestro pasado, que es propicio a todo aquel que cree en ÉL.
Es a través de la oración y humillación ante su presencia que logramos obtener una comunicación íntima, una vez reconocemos que es Dios quien nos habla y dirige.
ÉL seguirá realizando su obra en nuestro carácter, moldeándonos haciéndonos más a su imagen y semejanza, dándonos instrucciones y consejos según su propósito y en su tiempo con cada persona. Dios no quiere que ninguno perezca. En su palabra, en el libro de Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Las leyes de Dios son aquellas que regulan nuestro camino de vida y en las cuales se basa el actual y futuro Reino; son leyes Divinas y perfectas en cuanto a su propósito, equidad y aplicación para nuestro entendimiento espiritual y aplicación a nuestra vida diaria.
Una de esas leyes es la siembra y la cosecha, a través de la siembra, que es lo que damos a Dios y a nuestro prójimo nos acercamos a Él. La Biblia dice en 2 Corintios 9: 6-7, "Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con la alegría.
En 2 Corintios 1:20-22 Porque todas las promesas de Dios son en el Sí, y en el Amén, por medio de nosotros, para la Gloria de Dios y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 2 Corintios 3:6.
El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el Espíritu vivifica.
La palabra de Dios nos dirige para toda buena obra, ÉL vino a dar vista al ciego, a rescatar los corazones encarcelados, a darnos vida, su palabra nos restaura, es medicina para nuestro ser, obra en nuestra espíritu, alma y cuerpo es bálsamo y reposo a nuestro existir. Romanos 7:12.
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. El rey David escribió en el salmo 19:7 -12. Es guía confiable según la cual vivir, obedecer las instrucciones de Dios no es para el salmista una esclavitud es más bien una libertad. Es aferrarse a la sabiduría de Dios a través de los sufrimientos. Salmo 119:71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.
La palabra escrita, la biblia, es la voz de Dios. Salmo 119:64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.
Su palabra hace que la vida nueva fluya hacia ÉL, se encuentra dirección, se encuentra a Dios mismo. Salmo 119: 44-45.
La ley puede ser decretada por los gobiernos para obedecer a Dios. Esdras 7: 21 – 28.
Proceder directamente de Dios por revelación sobrenatural, audible como en Sinaí; o mediante el ministerio de los profetas. Zacarías 7:12.
La ley moral a través de la conciencia. Romanos 2: 14 – 15.
Su palabra nos aparta del mal. Proverbios 13: 14.
La instrucción dada a través de nuestros padres. Proverbios 1: 8 – 9.
Principios – límites los manifiesta con la creación. Job 38 – 39 – 40 y 41.
El gran mandamiento – Sema. Deuteronomio 6: 4 -9. Enfatiza la importancia de las leyes de Dios para los creyentes. Marcos 12: 28 -34. Sema es la más pequeña unidad de significación definida sobre la ley de Dios.
La oración y regla de oro. Mateo 7: 7-12.
La siembra. 2 corintios 9:6. Ofrendar en realidad enriquece y beneficia al donante. Pablo dice: una donación puede servir como acto de donación a Dios y puede inspirar fe y acciones de gracias por parte de otra gente.
Hay amistad con Dios si le pedimos perdón, porque él nos perdona, también el creyente debe perdonar, es de bendición para quien perdona y al que se le concede el perdón. El Perdón. Mateo 6: 14 – 15.
Solo Dios salva. Con nuestra comunicación restablecida con el Altísimo, hay Salvación. Romanos 10:10.